Buzz ha decidido darse por vencido. Ya no puede más y su cuerpo, pronto, va a convertirse en nada.

Buzz cada vez está más delgado, con más miedos, con más heridas que él mismo se hace. Su ansiedad está acabando con él y él, poco a poco, va consumiéndose.

No sabemos que hacer, necesita salir pronto de la perrera. Por favor tiene que haber alguien esperándolo, alguien que quiera darle una oportunidad.

Esa era la vida de Buzz, desde que lo sacamos de allí, ha echo un cambio espectacular, lo vemos hasta más gordito, cariñoso y le encanta salir a pasear por la hierba y tomar el solecito. 

Necesita una familia que lo entienda y le ayude a ser feliz! Buzz se lo merece!